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La lección del mango

  Muchas veces, he leído y escuchado un consejo que tiene que ver con las decisiones. En teoría, tú determinas cómo sentirte en el día , o ante un problema y/o cualquier estímulo que active las emociones.    Me parecía una práctica cliché y simple, hasta que, esta mañana, me dispuse a hacerlo mientras salía a correr. Me animé a contemplar y fluir y el resultado me sorprendió:  Primero, rendí un kilómetro adicional a lo que regularmente hago en ese periodo de tiempo. Normalmente estoy muy pendiente de cada segundo, intervalo, etc., esta vez corrí como si estuviese en el patio del recreo; también me conseguí con una compañera de trabajo, a la que le tengo mucho aprecio, entrenando y en vez de solo subir la mano  — como acostumbro —,   la animé con aplausos para motivarla en su rutina de ejercicios y por último, el mango...  En Venezuela, es temporada de mangos y las personan suelen tomarlos de los árboles. Mientras corría, estaban dos señores...

El anillo del rey

         Continuando con los aprendizajes estoicos,  se me cruzó varias veces esta historia proveniente de un antiguo relato sufí, que curiosamente no está relacionada con los orígenes del estoicismo, pero ha funcionando para varias reflexiones contemporáneas de diferentes autores al respecto:     Una vez, un rey de un país no muy lejano reunió a los sabios de su corte y les dijo: – «He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo».       Todos aquellos que escucharon los deseos del rey, eran grandes sabios, eruditos que podían haber e...

Mi religión

         He estado haciendo una serie de micro talleres sobre temas relacionados a la mitología con la gente de Círculo Amarillo  bajo la tutela de Aglaia Berlutti  y una de las tareas me llevó a reflexionar sobre porqué tengo la fe que tengo.     Mi religión no los va a sorprender, soy católica, la creencia predominante en Latinoamérica y en Portugal, el país de nacimiento de mis ancestros; practico también algunas enseñanzas budistas, wicca y astrología, pero me siento cómoda en general con Dios, Jesús, María y los santos  —de hecho, mi santo favorito es San Juan Bautista y tengo mis propios rituales el día de su celebración y también me emocioné con la beatificación de José Gregorio Hernández—, no tanto con la iglesia como institución, pero creo que es bastante normal "pelearse" con la autoridad.      La base es sencilla, en la clase nos dijeron que "la religión es un grupo de creencias que se repiten y se sacraliz...

Mi testimonio sobre el hipotiroidismo

     Muchas de mis publicaciones están y estarán relacionadas con un proceso de 20 años para entender lo que pasaba con mi cuerpo y de cómo estaba afectando mi mente y emociones a raíz de mi enfermedad. Hoy, en el Día Mundial de la Tiroides , finalmente, me armé de valor para escribirles. Quizá algunos de ustedes vivan en silencio, pero quiero comenzar por animarlos a expresarse, ¡en lo que sea que deseen! Es liberador. En el mundo 200 millones de personas tenemos algo en común: padecer de algún trastorno de tiroides. Estamos hablando de aproximadamente el 10% de la población,  en los mayores de 60 años se duplica el porcentaje y en mujeres ocurre 5 veces más que en los hombres. En mi caso, padezco de hipotiroidismo: mi glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea, que tiene como función regular el metabolismo del cuerpo.  Cómo empezó todo: una infancia silenciosa que gritaba desde adentro      Este diagnóstico no se trató de un par de...

Las cuatro virtudes cardinales del estoicismo

    Últimamente he estado profundizando acerca de la filosofía estoica como práctica de vida y finalmente, comencé a encontrar consuelo y equilibrio en la manera en que percibo mi entorno con ciertos principios de esta corriente.      El estoicismo puede ser una práctica valiosa para aquellos que viven situaciones difíciles a nivel personal, social, económico, etc. o que tuvieron pérdidas importantes y atraviesan por el proceso de duelo. En mi caso aplican todas: vivo en Venezuela; más de la mitad de mi familia emigró; perdí a mi abuelo, mi segundo padre; convivo con enfermedades crónicas de mi padre, mi hermana y mi persona y sin contar con la pandemia de COVID-19.      No vengo a quejarme, ni a lamentarme porque los problemas son parte de la vida. Lo que sí está dentro de mis posibilidades es escoger cómo asimilo mi realidad y de allí, la primera enseñanza: Las cuatro virtudes cardinales del estoicismo:  ✨ Sabiduría: asimilo la compleji...

Mundo, te admiro y te temo

             Al menos una vez al día recuerdo el libro "Manual de supervivencia para un mundo hiperconectado" del español,  Ángel Gómez de Ágreda y leo y releo sus consejos para no ser absorbida por la mayoría tirana. El mundo me sorprende en lo bueno y lo malo, parece que estamos contaminados voluntariamente por el mundo digital, aunque irónicamente sea la fuente de mi ingreso.     A veces siento que como colectivo somos víctimas y victimarios en simultáneo, basta con que toquen algo que realmente te importa o hiere para volverte sordo, no escuchar otro punto de vista y unirte a la turba para acabar con otros.     Todos pertenecemos al equipo ganador, todos tenemos "nuestra verdad"  — que es irrefutable — nadie va a hacernos cambiar de parecer, no importa si la muerte está de por medio. Muerte que resulta para nuestros adentros la única y verdadera heroína para ambos bandos.      Incluso con ...

Cuento: Origen del círculo de protección

  Fil, un viajero gris, que la vida hizo dorado, buscaba incesantemente la sabiduría pero, ¿qué era realmente?, ¿cómo alcanzarla? El camino no tenía final porque era un gran círculo, pero de seguro "el lugar" al que pertenecía estaba en alguno de sus pasos. Años, siglos, vidas; dos patas, sin ellas y ahora con cuatro; tierra suave y fértil, tierra árida e inhóspita; ¿de verdad era un círculo? Otro ser apareció, sin saludo, esa fue la pregunta del caminante: ¿DE VERDAD ESTO ES UN CÍRCULO? Con una mirada profunda e imperiosa el recién llegado guardó silencio  y continuaron el recorrido juntos.      Pasó mucho tiempo antes de que hablaran y el aventurero de oro se disculpó y seguidamente su compañero se presentó: "Soy Ónix" y luego, dijo sin preámbulos: "Has aprendido a vivir consciente y yo a controlar mis impulsos". Aquel ente contenía la esencia de Plutón, su oscuro y brillante cuerpo así lo evidenciaba. Casi enseguida fueron interrumpidos por otro ser ...