Anmagousa

             Al menos una vez al día recuerdo el libro "Manual de supervivencia para un mundo hiperconectado" del español,  Ángel Gómez de Ágreda y leo y releo sus consejos para no ser absorbida por la mayoría tirana. El mundo me sorprende en lo bueno y lo malo, parece que estamos contaminados voluntariamente por el mundo digital, aunque irónicamente sea la fuente de mi ingreso.     A veces siento que como colectivo somos víctimas y victimarios en simultáneo, basta con que toquen algo que realmente te importa o hiere para volverte sordo, no escuchar otro punto de vista y unirte a la turba para acabar con otros.     Todos pertenecemos al equipo ganador, todos tenemos "nuestra verdad"  — que es irrefutable — nadie va a hacernos cambiar de parecer, no importa si la muerte está de por medio. Muerte que resulta para nuestros adentros la única y verdadera heroína para ambos bandos.      Incluso con ...

¡Silenciosas lágrimas que brotan de mis tristes ojos! ¡Angustia presente en cada latido de mi corazón! Actúen ustedes y hagan que mi mente pare de pensar, no quiero saber de lógicas ni realidades. ¡Mano nerviosa que no se decide a actuar! ¡Voz entrecortada que retienes las palabras! Decídanse y hagan lo que la mente les prohíbe, no quiero saber de orgullos y vergüenzas. ¡Fantasmas del pasado que me acechan! ¡Antiguos recuerdos que me atormentan! Transfórmense en mariposas y alegrías para mi vida, no quiero saber de nada más que me haga sufrir. ¡Palabras que ahora escribo! ¡Sentimiento que ahora vivo! Desahoguen mi alma, no quiero saber que está muriendo. AMGDS/2006