Penélope Sánchez es una mujer solitaria quien, a sus 30 años, está consumida por los excesos; Raúl Alvarado es un ingeniero de 26 años sumido en la rutina; y Pedro Martínez es un bonachón, que teniendo 55 años, tiene negocios ilícitos. Estos tres personajes son acusados de portar documentación falsa, y los retienen en el sótano del Centro de Registro y Documentación de Caracas, debajo de las torres del Silencio. Tras comprobar su inocencia, son libres de irse, pero los olvidan allí que, además de documentos, parece depositan alimentos, objetos extraños con la etiqueta de “decomisados” y muebles viejos. Cada uno tiene sus razones para salir, pero el que más se desespera es el viejo Pedro, quien queda herido en un fallido intento por romper la puerta de metal. No hay señal en sus celulares, y la única mujer llama a la calma; ella simplemente intenta esperar tranquilamente el amanecer. Pasan horas, tal vez minutos; Raúl no deja de pensar ¡Desea salir! Pedro reflexiona, y...
Bienvenidos a mi humilde morada.