Voy a compartir el fragmento de un personaje que me ha dado vueltas en la cabeza desde que terminé mi taller de escritura creativa. Espero poder terminarla. La oscuridad, ese lugar en donde pueden cohabitar el todo y la nada, no le daría refugio esta vez. Hasta la luna de hoy, ella no comprendía la necesidad humana de hacer justicia, de hacer triunfar la bondad, porque, a su vez, existía la maldad y la sed venganza ¿Quiénes eran ellos para juzgarla? Un día desistió de buscar respuestas y su odio se asentó aún más. Virginia estaba allí, una vez más, expuesta y sin escape, en el fondo era lo que más anhelaba pero él no lo sabía, ni ella lo recordaba. Sus entrañas estaban llenas de desprecio por la vida de todo mortal, de todo aquel ser que corría con la ignorada suerte de respirar, comer, oler y sentir el calor del sol; todo su ser quería acabar con cada signo de su humanidad, engullir toda esa falsa alegría producto de la ignorancia; ver la luz de una mirada consumirse a su voluntad y...
Bienvenidos a mi humilde morada.