Al menos una vez al día recuerdo el libro "Manual de supervivencia para un mundo hiperconectado" del español, Ángel Gómez de Ágreda y leo y releo sus consejos para no ser absorbida por la mayoría tirana. El mundo me sorprende en lo bueno y lo malo, parece que estamos contaminados voluntariamente por el mundo digital, aunque irónicamente sea la fuente de mi ingreso.
A veces siento que como colectivo somos víctimas y victimarios en simultáneo, basta con que toquen algo que realmente te importa o hiere para volverte sordo, no escuchar otro punto de vista y unirte a la turba para acabar con otros.
Todos pertenecemos al equipo ganador, todos tenemos "nuestra verdad" — que es irrefutable — nadie va a hacernos cambiar de parecer, no importa si la muerte está de por medio. Muerte que resulta para nuestros adentros la única y verdadera heroína para ambos bandos.
Incluso con este corto desahogo me estoy convirtiendo en verdugo, ¿o eso es lo que "ellos" quieren que piense? ¿Quiénes son "ellos"? ¿Cuál es el origen de este caos pasivo? ¿Cuál es la verdad? ¿Qué es la justicia?
La pandemia ha dejado claro que nuestra psique tenía verdaderos monstruos al acecho esperando la más mínima vulnerabilidad para destruir todo a su paso ¡Imaginen todo lo que han podido abarcar desde hace un año! Y continúa...
Por mi parte, contra todo pronóstico y con mucha resistencia, camino a la luz.
Comentarios